domingo, 19 de agosto de 2012

TGD Y JARDIN MATERNAL (2º PARTE)

Las orientaciones didàcticas se han de modificar a cada momento, resultan de las propuestas del hacer diario y de las actitudes del niño en ese dìa, pues puede ser que no haya dormido bien, que las terapias extraescolares en ese tiempo se intensifiquen y las rutinas se pierdan. En los proyectos de integraciòn se sugiere atender a poco principios de enseñanza y de aprendizaje, los proyectos son lentos y se recuperan en cada repeticiòn los rituales le dan seguridad al niño, y de esta manera no se generan falsas expectativas en todos los actores.
Es muy intenso el acompañamiento del grupo familiar, en relaciòn a la asistencia a grupos terapèuticos, los horarios suelen desordenarse, el resto de la familia suelen quedar al cuidado de otros, el ir y venir de un lugar a otro, mortifica al niño en su quehacer, lo fatiga, confunde y no hay palabras para poner. Habrà dìas que resulta difìcil sostenerlo dentro del aula, aparece rigidez conductual, sordera ante los llamados, oposiciòn a cambios, berrinches e intereses inusuales, el deambular es una constante, todos los docentes y no docentes del jardìn estàn observando, cuidando, pero no lo aconsejo, el niño se desorienta màs. Es conveniente que un adulto, constituido en figura de apego para e niño estè con èl cara a cara, interactuando para lograr nuevamente su recepciòn visual  a modo de focalizar y comenzar el trabajo  nuevamente.  Sostener  aunque su conducta emotiva se demuestre cautelosa, temerosa, hostil, aislada, oposicionista.
Algunas modalidades de interacciòn con otros pueden ser:
1- No regitrar la presencia de otro en el espacio compartido
2- Registrar la presencia de otro en el espacio, responder a sus modalidades de comunicaciòn, pero de manera carente de sentido
3- Atender los requerimientos del otro con modales de esterotipia social
4- Sostener sòlo el intercambio de juguetes
5- Buscar al otro para acompañar su desplazamiento por el salòn

Estas conductas  llevan al compromiso de todos los actores de la instituciòn educativa, para sostener al docente de sala, invadido por su ansiedad ante el desempeño del niño, su relaciòn con el resto de los alumnos, los cuidados constantes en realciòn al uso de los recursos,( comunmente llevados a la boca por el niño) . Son innumerables las actividades   que realiza el educador en un dìa de clase, los requerimientos a los que se ve exigido, con un hacer  que no termina en horario de clase. 
Optimiza su hacer, que tenga informaciòn sobre las caracterìsticas del trastorno, los grupos de trabajo y la confianza que los padres depositen en èl, compartiendo los grandes y pequeños logros. No dejarse llevar por su intuiciòn, trabajar con soportes teòricos que sostengan su hacer, con consultas a profesionales, asesoràndose de manera continua. No cerrarse a las observaciones de otros, a una ùnica manera de interactuar, cambiar de manera continua las estrategias, incrementar su afecto, su esperanza, su confianza en èl y en los otros. Los profesores especiales tambièn deben trabajar con el docente de sala, para coordinar proyectos, acciones, intercambiar observaciones, resultados de actividades , procurar acompañar y no insistir sobre lo imposible, si estimular lo posible.
El jardìn tambièn debe tomar sus recaudos, en cuanto a los ambientes fìsicos, la seguridad en los desplazamientos, el cuidado de las aberturas, del mobiliario. Interiorizar a todos los miembros de la comunidad sobre las caracterìsticas de estos niños con necesidades especiales, para no improvisar sobre la marcha, sorprende con conductas inesperadas, y si anticipar para prevenir.

Por Susana Italia
Bibliografìa " el club del maestro"

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